De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis[1]

La enseñanza de Lacan nos descubrió la obra de Freud, hasta entonces distorsionada por las interpretaciones sesgadas y erróneas. Su clave: «la disciplina del comentario», destinada a extraer los relámpagos de la letra hasta alcanzar su sabiduría y lograr avanzar en el desciframiento de los enigmas de la subjetividad. En este caso se trata del comentario de una parte sustancial del texto de Lacan en el que resuelve la causa de las psicosis.

Pero no islas

“Hemos aprendido –dice Freud- que la dificultad de la infancia reside en que el niño tiene que asimilarse, en un breve período de tiempo, los resultados de un desarrollo cultural que se extiende a través de milenios enteros. Sólo una parte de esta transformación puede cumplir el niño por medio de su propio desarrollo: el resto tiene que serle impuesto por la educación. No nos sorprenderá, pues, que en muchos casos, sólo muy imperfectamente lleve a cabo el niño tal tarea.”

Hacia un posible diálogo entre el psicoanálisis y el feminismo*

Para Marx estaba claro que en el combate libertario hombres y mujeres debían unir sus fuerzas a fin de alcanzar los pretendidos cambios de la sociedad en los distintos órdenes, desde la economía a la cultura, incidiendo por tanto en las relaciones familiares y entre los sexos (…) Otro tanto sucede con algunos planteamientos respecto al discurso de Freud, a quien se ha llegado a acusar de sexista subrayando ciertos enunciados sacados de contexto y eximiéndose entonces sus portavoces de llevar a cabo una lectura de esta obra esencial. 

Elogio del enigma

¿Quién no sabe, a estas alturas, que la historia del psicoanálisis estará para siempre enlazada al héroe trágico, Edipo, quien cumpliría su fatal destino al conseguir desentrañar el enigma de la Esfinge?

La inserción social del psicoanálisis

La sesión analítica. Así denominamos, desde Freud, al singular encuentro entre analizante y analista, cuya frecuencia y duración ha variado entre su época y la nuestra pero que, esencialmente, responde a la “situación analítica”. La sesión, entendida como fenómeno, como algo que ocurre en la vida, en presencia real de dos cuerpos, se estructura en base a los principios éticos del psicoanálisis.

Acerca de los ‘Otros Escritos’

El siglo XX se desperezaba del sueño de la razón en el momento en que Freud abría los ojos a los seres hablantes dándoles a leer su Interpretación de los sueños. 1900 no es una fecha cualquiera, un número más añadido a la cadena de los días, en esa fecha tuvo lugar un acontecimiento en sentido lacaniano, es decir, un acontecimiento de discurso. 

Vestirse de mujer

Cuando Lacan profirió su célebre “La mujer no existe” provocó un revuelo. Fue necesario explicarse: no dije, aclaró, que las damas no existen, sino que no existe La mujer con mayúsculas, no es posible hacer el conjunto de las mujeres y determinar su esencia.